La lobuloplastía es un procedimiento quirúrgico destinado a reparar defectos en el lóbulo de la oreja, por ejemplo, un “desgarro” o alargamiento importante y poco estético del orificio para el arete, o un aumento progresivo en la longitud del lóbulo y pérdida de su firmeza que se presentan con el natural envejecimiento.
La cirugía consiste para el primer caso en hacer incisiones a los lados del orificio o desgarro del lóbulo para cerrarlo. Nosotros recomendamos un plazo de espera y no aplicar nuevos aretes de inmediato, sino dar un lapso de 3 semanas para una correcta cicatrización, para decidir después de este periódo el sitio ideal para su nueva colocación. A los pacientes que les realizamos este procedimiento les recomendamos no realizar el nuevo orificio en el sitio de la cicatriz resultante de la reparación, ya que ésta no es un tejido adecuado para sostener los aretes y fácilmente puede volver a desgarrarse.
Cuando la paciente desea una lobuloplastía como resultado del envejecimiento, normalmente se retira un fragmento de piel, ya sea haciendo cortes como un “pedazo de pay”, o en forma de semiluna siguiendo el contorno del lóbulo auricular con el fin de reducir su tamaño. Habitualmente el orificio para los aretes debe ser reparado en el mismo procedimiento para evitar su localización excéntrica como resultado de la reducción del tamaño global del lóbulo. En este caso el nuevo orificio se recomienda también que sea evaluado en un plazo de tres semanas después del primer procedimiento.
Se realiza bajo anestesia local, en un quirófano menor, de forma ambulatoria y su duración aproximada es de 30 a 90 minutos (en caso de efectuarse en ambos lados).
Habitualmente las molestias postoperatorias en un procedimiento de lobuloplastía son mínimas y el paciente puede regresar a sus actividades cotidianas al día siguiente de la cirugía.
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