¿Qué son los Colgajos de Piel?
En cirugía plástica existen conceptos que pocas veces son entendidos. El empleo de palabras con aplicaciones técnicas nos permite una rápida comunicación entre cirujanos, pero puede interpretarse erróneamente entre los pacientes. En nuestra práctica diaria hablamos con frecuencia de «colgajos” o “colgajos de piel”, ya que es parte integral de lo que hacemos para cerrar heridas, mover fragmentos de piel de un sitio a otro y en general cubrir faltantes de piel producidas por golpes en accidentes, cortaduras, y tratamientos como amplias resecciones de piel para retirar tumores u otras lesiones y cuyo “defecto” debe repararse mediante la aproximación de los bordes o con la necesidad de llevar piel de sitios cercanos o incluso mediante técnicas especiales como la microcirugía, desde sitios lejanos para poder reconstruir dichos defectos.
Es interesante escuchar en reuniones que se haga referencia a que cierta persona se le caía la piel a “colgajos”, haciendo la referencia cuando se desprendían grandes porciones de piel, o referirse a enfermedades como la lepra a que se les “desprenden colgajos de piel” a los pacientes afectados por ésta enfermedad.
Los colgajos de piel en realidad se refieren a movilizaciones de piel junto con su circulación sanguínea, es decir, que se mantienen unidos a arterias que les proveen de oxígeno y nutrimentos, de manera que pueden sobrevivir por sí mismos una vez que se han movido del lugar donde originalmente se encontraban. En este sentido se distinguen de los “injertos”, que también se refieren a piel u otros tejidos que son transferidos lejos del sitio al que pertenecen, pero a diferencia de los otros, son movidos sin una circulación propia que los mantenga vivos, y por lo tanto dependen de poder formar nuevos vasos sanguíneos en el lecho en que son transferidos o “injertados”. Los injertos por lo mismo deben ser lo más delgado posible, para asegurar la sobrevida de sus células.
Ambas formas de reconstruir defectos son utilizadas diariamente en nuestra especialidad, pero sus indicaciones son diferentes, y por supuesto, la calidad de los tejidos es superior cuando se utilizan colgajos, que cuando se emplean los injertos.
La porción que normalmente queda unida al cuerpo y que por consiguiente le provee de circulación se llama pedículo y es la razón por la que sobreviven una vez transferidos de lugar.
Les presento un caso que recientemente operamos en el hospital ya que es un muy buen ejemplo de lo que se puede lograr con un colgajo.
Retiramos un gran fragmento de piel afectado por un neurofibroma, y el defecto romboidal resultante fue reparado con la transposición de un colgajo de Limberg. Recibe su nombre en honor a un cirujano Soviético, Alexander Limberg, quien describió por primera vez la transposición de piel en forma de un rombo para permitir el cierre de grandes defectos de piel que de otra manera no podrían repararse. Se logró en un mismo tiempo quitar la tumoración, y agregando unos cuantos cortes, se reparó el defecto en forma satisfactoria. Espero que las fotos relativas a los colgajos de piel les hayan sido de interés.